La industria está dejando de usar tapones de sellado para apostar por otros sistemas con los que proteger las tuberías al atravesar divisiones con clasificación contra incendios o estancas al agua. A continuación, explicamos los motivos.
1. Manguitos largos y pesados
Para usar tapones de sellado, se necesita un manguito y a menudo una instalación por los dos lados, en caso de que existan requisitos de clasificación contra incendios, así como de estanqueidad a gases y al agua. Por lo general, la longitud del manguito depende del diámetro de la tubería y del material que se necesita para cumplir con la clasificación contra incendios. Por este motivo, en la mayoría de soluciones de tapones de sellado es necesario utilizar manguitos de entre 100 y 250 mm de largo.
Con los manguitos largos, se reduce la capacidad de añadir una junta o un acoplamiento a una tubería a través de la entrada cerca de la estructura, o al intentar enrutar el sistema de tuberías en otra dirección. Cuanto más corto sea el manguito de entrada, se dispondrá de mayor flexibilidad a la hora de enrutar un sistema de tuberías en un espacio cerrado.
Por otro lado, los manguitos de acero más largos añaden peso. Si se extrapola a varias entradas, se pueden obtener importantes ahorros con soluciones más ligeras. La reducción del peso es importante para obtener velocidades más altas y una mayor eficiencia de combustible, así como para reducir la huella medioambiental.
2. Menor flexibilidad de instalación y mayor nivel de stock
Los tapones de sellado presentan niveles de tolerancia reducidos, por lo que es fundamental disponer del tamaño específico. Es necesario prestar atención a detalles como el ID del manguito y el diámetro exterior de la tubería, ya que son clave al determinar el tapón necesario. Con dos medidas que no son flexibles y sin mucha tolerancia, es necesario tener a mano tapones de tamaños específicos.
Debido a la gran cantidad de variaciones de ID de los manguitos y a las distintas opciones de diámetro exterior de las tuberías, existe una gran variedad de referencias de artículos de los fabricantes de tapones de sellado. Esto puede causar confusiones y por ello con frecuencia se selecciona el tapón incorrecto.
Si los instaladores desconocen las dimensiones exactas, se corre el riesgo de elegir un tapón de sellado del tamaño incorrecto, por los reducidos niveles de tolerancia de los tapones. Un tapón de sellado que se ajuste mal puede tener consecuencias catastróficas. Por todas estas razones, la mayoría de los usuarios de tapones de sellado necesitan disponer de un gran inventario con múltiples referencias.
3. Más tiempo de instalación
Con la mayoría de soluciones de tapones de sellado, es necesario soldar el manguito a ambos lados de la cubierta o del mamparo, una tarea en la que se invierte mucho tiempo y dinero. Se necesita acceder a ambos lados de la estructura, algo que puede resultar difícil durante las tareas de reparación en una embarcación o en una plataforma en servicio.
Obtenga más información sobre el tiempo de instalación de los tapones de sellado en este vídeo comparativo, o bien lea un análisis comparativo sobre sellos para tuberías metálicas.
El espacio de aire entre los dos tapones de sellado con frecuencia plantea problemas durante la instalación. Se pierde mucho tiempo al intentar colocar el tapón de sellado en su sitio. El resultado es que muchas instalaciones se dejan sin acabar, lo que afecta en gran medida a su rendimiento en general.
Estas dificultades se pueden superar si se sigue la larga lista de pasos de instalación, pero la mayoría de astilleros no dispone de los recursos para seguir cada paso, como pulir el borde interior de los manguitos o liberar la presión de aire que se forma entre los dos tapones. Se pierde más tiempo intentado usar la fuerza bruta para que encaje un tapón de sellado, o al dejar un tapón de sellado instalado a medias, el cual requerirá más trabajo después.